1 de julio de 2011

La luz se llevó tus manos

Esta costumbre ciega de pensar en ti
en tardes grises como la de hoy
sabiendo que aún duele.
¿Qué hago con la música
que me dejaste impregnada en los oídos?
¿Qué hago con la paz
que hoy se me ha vuelto guerra?

Un eco en el ambiente revive
los pequeños instantes a tu lado,
como una columna de páginas
arrancadas por el viento creando el caos
en nuestra historia que nadie escribió;
la luz se llevó tus manos
y en tus manos estaba mi tranquilidad.

Cerraré los ojos para verte
ahora que no estás cerca,
los árboles parecen haberse quedado sin hojas
o es que sólo contigo había primavera.

Si me vieras aquí sentado
escuchando música de piano,
viendo por la ventana preguntándome
qué hace ese cielo gris
en un universo tan oscuro;
como ya dije, la luz se llevó tus manos,
pero el presente aún no renuncia a tu memoria.

Qué ha de hacer este solitario
para prolongar este día
en que te pienso tanto,
no importa si he de pagar con un trozo de mi cuerpo
con tal de que sigas estando aquí
aunque sea invisible
pero palpable a mi alma.

Aunque nunca sepas de estas cosas,
aunque sepas de amor en otros brazos,
aún si prefieres la soledad de estar con alguien más,
nuestros días permanecerán inertes
en una dimensión feliz;
aquí estoy yo esperando a que regreses.

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