11 de diciembre de 2010

Cuando seamos extraños

Una vez me dijiste que nada es para siempre,
y aunque sé que es cierto
quiero pensar que mientes.

Fuimos tan solo mortales desafiando a lo eterno,
deteniendo en un beso el infinito tiempo...
y una historia de ti recordará mi mente,
mas yo en la tuya eternamente ausente.

Así conforme el tiempo,
cuando pasen los años,
mi memoria de ti matará el recuerdo
de los tantos daños...
cuando seamos extraños.

Cuando seamos extraños,
lo nuestro será un sueño que esperará escondido
en un rincón apartado que llamamos olvido.

Cuando seamos extraños,
en una tarde de lluvia, cierra tus ojos para recordar
y sentir de nuevo lo que el tiempo llevó
y nunca más devolvió.

Cuando llegue ese día
en que se crucen nuestras miradas fugaces
y ya solo a distancia podré ver tu sonrisa
y tú escuchar mis palabras,
mas si nuestros orgullos no consumieron todo aún,
tal vez entonces... quizás en ese día
nos llegue la nostalgia.

2 comentarios:

Alice dijo...

Muy interesante y bonito
gracias por compartirlo

Oscar Estrada dijo...

Gracias a ti Alice por tomarte el tiempo de visitar y leerme, un abrazo.