26 de septiembre de 2011

Sueño con despertar algún día

Sueño con despertar algún día
y ver cómo todo ha cambiado,
las personas, las calles,
aquel bulevar favorito
y la vida en general.

Sueño con una perspectiva más amplia,
con seres verdaderamente humanos
que traten con bondad a los animales
en lugar de sólo algunos.

Sueño con amaneceres en un mundo en paz,
donde no haya átomos manipulados que exploten,
ni siquiera palabras hirientes
y los hermanos no peleen nunca.

Sueño con un país realmente libre,
que no se espante todos los días
por falsos libertadores o conquistadores
que esclavizan pensamientos.

Sueño con arboledas en lugar de desiertos,
donde no mueran niños por hambre ni sed;
con países de primer mundo
que no maten con brutalidad para comer.

Sueño con mares sin dueños
de esa dimensión hídrica,
sin redes que encarcelen
a cetáceos inocentes, artistas marinos.

Sueño con silencio en los parques,
donde llueva música y no exista el olvido,
porque las palabras están de más
cuando el amor habla de piel a piel.

Sueño con un mundo que combine con el cielo,
para que no haya más dolor ni indiferencia,
donde todos acepten que nunca dejaron de ser niños
y crean en su capacidad de soñar de día y de noche.

Sueño con despertar algún día,
te invito a soñar también como yo;
aunque todo esto sea tan sólo un sueño
es preferible seguir soñando,
porque de los sueños nacen las esperanzas...
y de las esperanzas se hacen realidad los sueños.

19 de septiembre de 2011

No basta un solo beso

No basta un solo beso
para tantos años de soledad,
si tus manos alcanzaron mis penas
cuando mis ojos se encontraron
en un estado de saturación hídrica.

Aún tengo tus suspiros
soplando en mi cuello
diciéndome que me quede un rato más,
un día, un viaje, una canción más.

La noche llegó consecuente
para apagar nuestros sueños;
si cuando tú estás aquí
las raíces de los árboles dan al cielo
y sus ramas rozan el suelo
para mostrar una realidad subjetiva
que contigo parece objetiva.

No basta una sola caricia
para tantos días de insensibilidad,
las cosas ya no están en su lugar,
sobre todo, tus manos moldeando una sonrisa.

Mi infinito se redujo a incontables puntos
en las paredes de mi habitación;
qué ironía... Siempre quise ser astronauta
y sin embargo disfruté más el descubrir
miles de constelaciones en tu tierna mirada.

Aquí está tu calor guardándome seco
lo que dura este invierno,
aquí está tu luz a través de los vidrios
iluminando los vacíos que dejaste.

No basta un solo beso
para tantos años de soledad...
No basta una sola caricia
para tantos días de insensibilidad.