12 de abril de 2013

Hagamos un trato

Trato de no pensarte,
porque si te pienso se esfuma este mundo
hasta quedarme flotando
en algo parecido a tu recuerdo.

Trato de no extrañarte,
porque si te extraño mi realidad gira
a la velocidad de la luz
contradiciendo a la oscuridad de no tenerte.

Trato de no soñarte,
porque si te sueño me caigo en pedazos
dentro de dimensiones ulteriores
en las que no sé si estoy dormido o despierto.

Trato de no hablar más de ti,
porque si hablo de ti te traigo de vuelta
a cualquier lugar en el que menciono tu nombre
llenando mi andar con tus historias.

Trato de no escribirte,
porque si te escribo te diré que hagamos un trato
el cual trato de cumplir...
A veces puedo y otras, no.

Trato de olvidarte,
porque si te olvido tal vez recuerde que la vida es a color
y se llenen otra vez las calles de sol
y vuelva a disfrutar de la lluvia.

Trato de vivir sin ti,
porque si vivo sin ti volveré a vivir para mí
en este laberinto de pasado, presente y futuro
en el cual me pierdo y me encuentro a la vez.

Trato de seguir adelante,
porque si sigo adelante encontraré mi camino
y quizás me deje arrastrar por el viento
a donde pueda levantarme y seguir caminando.

Trato hecho.
Me despido, que estés bien.