20 de marzo de 2012

Cerca de tu latido

Cerca de tu latido
tu vida y la mía en suave armonía
sintiendo uno a uno
cada parpadeo del corazón.

Aquí cerca nada es imposible,
los peces vuelan y las hormigas
pululan en el fondo del mar,
aquí cerca de ti todo es posible.

Es mi refugio después de esta tormenta
de soledad y vacío que pensé
nunca habría de terminar,
es mi abrigo, eres tú.

Estando así tan cerca de tu calor
valió la pena cualquier dolor
que me enseñó a valorar
cada instante de tu compañía.

Tu latido hoy es mi música,
mi escape de la realidad que tanto hiere,
el acompañamiento perfecto
para la luz del día en el cenit.

Amárrame fuerte a este momento,
que no termine este sueño
de sentirme parte de tu vida
y parte de tu dulce calor.

Cerca de tu latido
el mundo es tan pequeño y la vida tan corta,
envuelto en tus brazos
la lluvia se escucha a lo lejos y el frío es una leyenda.

Sumergido en tu piel
ya no sueño con volar,
solamente deseo estar aquí para siempre
hasta que el suelo deje de ser
y en el espacio aún persiga tu latido
que me lleve de estrella en estrella
hasta vivir de tu luz.

Nada quiero si no es contigo,
ya no pienso si no es contigo,
ya no vivo si no es contigo.

Pero ahora existo más que nunca...
Aquí, cerca de tu latido.

12 de marzo de 2012

Adieu mon amour

Es hora de perseguir átomos
y colores en el cielo nocturno
mientras te pienso y siento
como si estuvieras viéndome
y sin embargo no lo estás.

Estás distraída,
y sin que tengas una pizca de idea
eres la nube en que camino,
el palpitar con el que vivo
y el sueño de cada una de mis noches.

Noches rojizas que tiemblan de nostalgia,
puertas que conducen a los recuerdos
de aquellos tiempos cuando nuestro adiós
se repetía tantas veces como fuera necesario.

Necesario es que estés aquí,
entonces las flores volverán a tener algún sentido
y la Luna no callará más...
Tu voz le pone música hasta a las piedras.

Piedras y arena
hay en este camino sin ti,
vuelve la sequía de extrañarte
y de sentirte cerca, aunque estés tan lejos.

Lejos de mi realidad,
alcánzame en otra nube
y levántame de esta fría soledad,
no me hagas gritarle al vacío que regreses.

No me hagas susurrarle a la noche que regreses,
esta noche ya es lo suficientemente oscura
y rebota el eco de tu nombre en cada estrella...
Mi universo está repleto de cosas tuyas.

Tú ya no volverás,
por más que desgarre mi voz
o en silencio llore destellos de melancolía,
ya no volverás
y sin embargo no hay noche que no piense en ti.

Adieu mon amour.