17 de mayo de 2011

Con sólo mirarte

Tu rostro suave,
te veo y siento la calma de un cielo estrellado,
todo cambia con sólo mirarte.

Eres la misma que encontré hace muchos años,
con otra edad, pero la misma fuerza
con la que transformas mi mundo
en un barco de papel
que navega en un océano de estrellas.

Nada deja de ser, sólo cambia de estado,
tú siempre has existido todo este tiempo
porque te he llevado conmigo
en cada latido y suspiro.

Tu belleza es más que la de la misma naturaleza
y no entiende de amor el olvido
porque no sabe de olvido el amor,
un amor aparentemente dormido en el tiempo
o quizá pausado, pero nunca muerto.

Si me vieras hoy,
¡cuánta emoción siento al verte!
Siento que vuelve mi inocencia de aquellos días
cuando con mi timidez de no poder hablarte
te dije cuánto te quería... y te quiero.

No puedo dejar de verte... Quiero seguir sonriendo,
a veces sueño contigo y la vida es vida al día siguiente;
otras como hoy te pienso y sigo corriendo
hacia las calles donde te esperé tantas veces paciente.

Cuando los días dejen de ser
aún entonces estaré pensando en ti,
tenlo por seguro que te llevaré para siempre conmigo,
habremos desaparecido tal vez
en un tiempo que ya no será el nuestro;
rincones de olvido, dimensiones de recuerdos
inmersos entre mares de historias,
no estaré aquí, pero estaré en otro lugar
ensimismado sabiendo quién fuiste tú para mí.

Tu rostro suave,
te veo y siento la calma de un cielo estrellado,
todo cambia con sólo mirarte...
si tan sólo pudiera verte siempre.

9 de mayo de 2011

Eres así

Verte venir es apacible,
verte partir es tormentoso,
y no se marchitan las flores a tiempo
porque todo muere si te vas.

Increíble, te has vuelto tan importante
como el aire o mi abrigo en este frío decadente,
todos mis recuerdos ahora se resumen
en una silueta en el tiempo, la tuya.

Arrastraré mis pasos uno tras otro,
tal vez así me escuches y sepas de mí,
quizás así tu regreso sea temprano
y el día reviva celebrando que has vuelto.

Las noches en esta banca del parque
corren lento y me hacen vagabundo
que cuenta estrellas y dedica cada una de ellas
a cada parpadeo que tuviste conmigo,
al menos mientras exista este universo
algo de ti permanecerá conmigo.

Sólo pido que estés aquí,
sin quedarte quieta, eres así;
me tomaré la libertad de soñarte despierto
y mientras tanto el suelo desaparecerá,
ya no arrastraré mis pasos,
en cambio, me suspenderé en el viento
y tal vez te encuentre ahí a la luz de la Luna
señoreando mis noches, todas las que te he extrañado tanto.

Polen, debo volar alto para alcanzar el tuyo,
tu piel es el resumen de todo lo bueno de la vida
y aunque no lo creas, en tus ojos aprendo mucho más
acerca del cielo que en los libros.

Te veo venir quebrando el viento,
completando con destellos de luz el basto espacio,
aparece de nuevo la naturaleza
si te apareces al fin por esta vida,
mis carencias desaparecen como por un milagro...
El milagro de tu existir.
No me dejes, no te vayas nunca.