7 de diciembre de 2011

Quisiera decírtelo

Quisiera decírtelo
sin temor a que me digas que no lo diga,
con una línea vertical en la garganta
en lugar de un nudo sin sentido...
Quisiera decírtelo.

¿Qué puede salir mal?
A cualquiera le puede pasar.
No digas que no, déjaselo al tiempo.
¿Qué más puede salir mal?

Guardo tu mirada oscura
abrazando silencios entre el frío,
borrando las coincidencias perfectas,
razones para vernos a los ojos;
imagina los colores de una lluvia de estrellas
emigrando desde el cielo a tus pies,
lluvias que te hacen vibrar...
Abrázame, sólo abrázame.

Entiéndeme, tu nombre está en todas partes,
como esa línea vertical que facilita las cosas
y trae palabras de aliento
en las tardes cuando no te tengo cerca.

Quisiera decírtelo,
a veces siento que puedo
pero entonces recuerdo que han invadido los nudos,
en mis manos, en mis palabras, en mis planes de mañana.

Puedo decírtelo, pero no quiero,
o tal vez quiero, pero he decidido no poder
para que todo aparente estar bien
aunque aquí adentro algo grita:
¡Te quiero!

21 de noviembre de 2011

El olvido

Éramos,
y eso ya es mucho decir,
tonto olvido que no sirve de nada
mientras sea tu aroma todo el aire que respiro.

Respiro por costumbre,
por llevarle la contraria a mis deseos
desde que te fuiste.

Fuiste una temporada espléndida,
un invierno a media luz
que me obligó a escribir
sobre primaveras en noviembre.

Noviembre ha sido tan largo
y aún no termina,
esa habilidad tuya de alargar el tiempo
cuando no estás,
y de encogerlo mientras estés aquí.

Aquí sólo quedan mis huesos,
una mezcla de ayer adelgazando mi ahora,
un grito en silencio, un té sin el quiero.

Quiero dejarte ir, pero no puedo,
estás conmigo más de lo debido
y es debido a ello que no ha servido el olvido.

Olvido más ingrato,
es un hipócrita lleno de recuerdos tuyos,
memorias de un náufrago
con la civilización a la vuelta de la esquina;
olvido retrógrado, olvido que no olvida.

Olvida que yo logre olvidarte,
todo intento ha sido y será en vano,
y no quiero que pienses en volver,
sólo quiero que pienses en mí también.

También me cuesta entender
a tu ausencia tatuada en mi piel que,
aunque nadie más la pueda ver,
yo la percibo como el frío de esta madrugada,
madrugada en la que pienso en ti,
en lo que fuimos y, aunque duela tanto,
en lo que nunca volveremos a ser.

16 de noviembre de 2011

Duele querer volar con los pies atados de gravedad

Acerca de lo monótono de dos días iguales
debo decir que es costumbre
eso de notar los defectos ajenos
antes que hacerme ver lo que anda mal
en los días que yo construyo.

Nadie me dijo nunca
que la vida se comparte
entre el que quiero ser
y el que los demás dicen que soy o seré,
ser simplemente no es suficiente.

Que no me abracen las paredes,
estas paredes que por no ver hacia atrás
jamás noté que eran sólo tres,
y sólo porque hay un suelo
no significa que por ley exista un techo.

Otra noche sin dormir,
otro día sin estar totalmente despierto,
no me alcanzan las horas para resguardarme
del frío afónico que congeló mi voz por un instante.

Debe ser el viento un extranjero,
porque sin ser invitado, es siempre bienvenido;
guardaré silencio, tal vez así escuche
los secretos de los árboles
mientras tañen sus ramas.

Una vida, es todo lo que tengo,
viendo siempre con nostalgia al cielo
repitiéndome a diario:
duele querer volar con los pies atados de gravedad.

Empiezo a creer que el mundo es una burbuja
suspendida en el fondo de un mar infinito
a orillas de la playa Eternidad,
algún día llegaremos a la superficie
para alcanzar por fin
nuestra verdadera libertad.

9 de noviembre de 2011

Lo que me dice tu sonrisa

Tantas veces esperé verte
difuminando la luz a tu paso,
quebrando el viento
con tu peinado perfecto.

Otras veces me quedé observando
mientras acudías al llamado imperceptible
del Sol cuando se oculta cada día
en honor a tu piel fragante.

Se estima poco el orden de las estrellas
cuando tu rostro aparece en la escena,
esta escena donde no hay más cielo
que el infinito de tu mirada.

Hay algo más en esa sonrisa,
hay calma, sabor y suavidad...
Todo desaparece cuando sonríes.

A lo mejor cuando llueve
nacen otras flores,
dejando un panorama de colores
reanudando la creación;
era lo más bello en el horizonte,
ahora llueve y pienso en ti.

El color de la tarde, la paciencia de la naturaleza,
la palidez del invierno, el silencio de la Luna,
el calor del medio día, lo fugaz de cualquier estrella.

Todo eso no son más que monsergas
cuando caminas y te acercas;
sigue latiendo y sonriendo
para que tenga sentido
cualquier estética que venga después de ti.

7 de noviembre de 2011

Tus manos no se fueron nunca

Tus manos no se fueron nunca,
aun cuando el frío de esta soledad
me muestra su lado más azul,
aún siento tus manos cerrando mis párpados.

El silencio es más fuerte desde que te fuiste,
más fuerte que tus besos,
más ensordecedor que tus suspiros.
El silencio se convierte en ruido si no es contigo.

Ya no leo libros viejos desde tu partida,
el pasado en sus páginas ahora es mi presente
que se desgasta por adelantado
borrando los trazos suaves
del retrato tuyo en mi mente.

Hoy olvidé mi nombre,
tu voz hacía que cualquier palabra lo fuera,
y ahora que no te escucho
siento que dejé de existir.

La noche perdió su magia,
que me daba flores a las que transformé
en palabras para regalarte al día siguiente,
nada es más oscuro que tu ausencia.

Supiste hacerme entender
que no hay que dejar un beso en un 'hubiera',
que es mejor que sea un 'fue' para toda la vida,
aunque nunca vuelva a ser.

La continuidad de la vida
se apagó como una vela expuesta al viento,
quisiera que fuera tu respiración
para que no importe lo escaso de tu luz
una vez sienta tus brazos rodeando mis sueños.

Aunque tus manos no se fueron nunca,
la realidad es otra... Eso es lo que yo quisiera.
Dejaré que el tiempo corra como debe
y mientras tanto un vestigio de tu recuerdo
me permitirá volver al pasado,
esos días de risas y sustento
cuando tuve un nombre...
Cuando estuve vivo.

22 de octubre de 2011

Cada vez que oigo tus pasos

Cada vez que oigo tus pasos
recuerdo que hay otros sonidos
aparte del que hace tu voz,
sabes de sueños y también de realidades,
que la realidad no es más que un sueño.

Hay veces en que los segundos
se vuelven primeros derritiendo los minutos
como un cuadro de Dalí;
puede desintegrarse el cielo entero
que estando contigo no me importa.

Hay otras veces en que tu mirada
me dice lo que un millón de palabras nunca han podido,
como cuando dices que me acerque
o que te abrace... Y sin mover los labios.

Sin mover los labios dices tantas cosas,
y francamente prefiero tu mirada
antes que toda la elocuencia existente,
me miras y todo tiene sentido.

¿En dónde estuvo tu camino todo este tiempo?
Que alguien me explique eso.
¿Había acaso vida antes de ti?
Parece que no.

Que todos los días sean grises
para buscar refugio en tu calor y tú en el mío,
que nos mienta el reloj todo el tiempo.

Que la vida se quede estática junto a ti,
que tus manos se vuelvan en el viento que corre,
que tus pasos me traigan a la realidad
siempre y cuando esa realidad sea contigo.

26 de septiembre de 2011

Sueño con despertar algún día

Sueño con despertar algún día
y ver cómo todo ha cambiado,
las personas, las calles,
aquel bulevar favorito
y la vida en general.

Sueño con una perspectiva más amplia,
con seres verdaderamente humanos
que traten con bondad a los animales
en lugar de sólo algunos.

Sueño con amaneceres en un mundo en paz,
donde no haya átomos manipulados que exploten,
ni siquiera palabras hirientes
y los hermanos no peleen nunca.

Sueño con un país realmente libre,
que no se espante todos los días
por falsos libertadores o conquistadores
que esclavizan pensamientos.

Sueño con arboledas en lugar de desiertos,
donde no mueran niños por hambre ni sed;
con países de primer mundo
que no maten con brutalidad para comer.

Sueño con mares sin dueños
de esa dimensión hídrica,
sin redes que encarcelen
a cetáceos inocentes, artistas marinos.

Sueño con silencio en los parques,
donde llueva música y no exista el olvido,
porque las palabras están de más
cuando el amor habla de piel a piel.

Sueño con un mundo que combine con el cielo,
para que no haya más dolor ni indiferencia,
donde todos acepten que nunca dejaron de ser niños
y crean en su capacidad de soñar de día y de noche.

Sueño con despertar algún día,
te invito a soñar también como yo;
aunque todo esto sea tan sólo un sueño
es preferible seguir soñando,
porque de los sueños nacen las esperanzas...
y de las esperanzas se hacen realidad los sueños.

19 de septiembre de 2011

No basta un solo beso

No basta un solo beso
para tantos años de soledad,
si tus manos alcanzaron mis penas
cuando mis ojos se encontraron
en un estado de saturación hídrica.

Aún tengo tus suspiros
soplando en mi cuello
diciéndome que me quede un rato más,
un día, un viaje, una canción más.

La noche llegó consecuente
para apagar nuestros sueños;
si cuando tú estás aquí
las raíces de los árboles dan al cielo
y sus ramas rozan el suelo
para mostrar una realidad subjetiva
que contigo parece objetiva.

No basta una sola caricia
para tantos días de insensibilidad,
las cosas ya no están en su lugar,
sobre todo, tus manos moldeando una sonrisa.

Mi infinito se redujo a incontables puntos
en las paredes de mi habitación;
qué ironía... Siempre quise ser astronauta
y sin embargo disfruté más el descubrir
miles de constelaciones en tu tierna mirada.

Aquí está tu calor guardándome seco
lo que dura este invierno,
aquí está tu luz a través de los vidrios
iluminando los vacíos que dejaste.

No basta un solo beso
para tantos años de soledad...
No basta una sola caricia
para tantos días de insensibilidad.

29 de agosto de 2011

Te llevo siempre conmigo

Empiezo a creer que te hiciste polvo antes de tiempo
y que hay algo de ti en todas partes,
sobre todo, en el viento frío
como también en el calor de mis mañanas.

Estás en el silencio de las noches
y también en el ritmo de las gotas de lluvia,
en los colores de las tardes
y en la palidez de mis sueños.

Te siento cerca, aunque no sé dónde estás,
veo las montañas y pienso en tu figura,
cierro los ojos y aparece tu silueta
caminando por las calles que una vez
fueron sólo nuestras.

Quiero creer que estás en las flores,
porque al marchitarse las coloco en mi ventana
para que entre tu aroma constantemente
y me conceda recuerdos tuyos
aun cuando la vida me obliga por instantes a olvidarte.

Empiezo a creer que estás aquí.
Quiero creer que estás aquí,
en cada sonido cotidiano
y hasta en las voces lejanas de los desconocidos.

Te permito estar en todas partes
porque siempre me agradó tu compañía;
en las canciones de las aves entre los árboles
y en el sabor y olor de todas las frutas.

Ojalá estés aquí siempre,
en la calma del pasado y en el vibrante futuro,
en la risa de los niños y en el callar de los ancianos,
en todas mis letras y en mis últimas palabras...
Te llevo siempre conmigo.

1 de agosto de 2011

Mujer sencilla

Eres tan sencilla,
con lo simple de una hoja en blanco
que invita a la creatividad.

Un para siempre no es suficiente
para tu mirada de jade real
y tu sonrisa de amanecer latente,
fuiste un sueño, un pensamiento,
hoy eres sencillamente tú.

Si dijeras ser una estrella lo creería,
si fueras tan sólo un rayo de luz
lo esperaría todas las mañanas al despertar;
no hay razón en la distancia,
los astros iluminan aun desde lejos.

Al verte andar por entre calles coloniales
de colores desgastados de historia,
tus pasos reviven mil años de primavera constante
sobre el suelo que sonríe a través de las flores
llenando el cuadro simétrico de tu llegada.

Manos llenas de letras que aún no se han escrito,
labios de versos que aún no has pronunciado
y sin embargo ya has dicho todo con tu existencia,
con tu cabello al viento,
llenas de poesía los vestigios de la nostalgia.

Eres tan sencilla,
con lo suave de un lienzo en blanco
que invita a la plástica, que vuelve pintor a cualquiera.

Eres ella, porque así te gusta que te llamen;
sin decirte bella, sin vituperar lo que a simple vista eres,
así de sencilla, así de simple
como una roca que invita a liberar una nueva escultura.

Eres tan sencilla,
con lo simple de ésta hoja
que estaba en blanco antes de conocerte...
Mujer sencilla.

11 de julio de 2011

Paz y libertad

Cada hoja que cae al suelo
soñó con volar y murió en el intento.
Las aves nacen y tal vez piensen que son hojas,
un día vuelan y conocen de libertad.
Yo un día volé y sin embargo no me sentí libre.

Una madrugada lloré sentado a la orilla del lago
pidiéndole que me diera de su paz;
el lago no dijo nada, sólo calmó sus aguas
y reflejó el amanecer de aquel día.

A diario nos preguntamos
a dónde va el pasado que nos abandona
a cada segundo que pasa,
la vida corre, la noche siempre llega,
alguien quema incienso en algún lugar
y sin embargo las heridas llegan para sanar,
algunas rápido, otras lento...
pero siempre sanan.

Una tarde me senté en una acera de Antigua Guatemala
a silbar mientras tocaba mi guitarra,
cuando un desconocido de cabello blanco
se acercó para decirme
que mientras haya música habrá esperanza
en cualquier día que parezca oscuro,
luego desapareció en una esquina;
ese día supe que quería ser músico.

No importa tanto si caigo ante un supuesto destino
mientras me levante sabiendo
que no soy una hoja perdida en el viento,
aun si no volare como ave en el cielo,
la libertad es más que flotar en el aire;
es saberse libre con los pies en la tierra
y hacer sentir libre a alguien más.

Empiezo a sentirme uno con el río
que fluye para encontrarse con el mar;
la sal me preservará los sentidos,
otra playa será mi destino
que traerá otras montañas,
otras hojas que mueren,
otras aves que vuelan,
otro amanecer reflejado en mis ojos
que esperan a los tuyos
para que el ciclo vuelva a empezar...
Hay paz en cada uno de nosotros.

1 de julio de 2011

La luz se llevó tus manos

Esta costumbre ciega de pensar en ti
en tardes grises como la de hoy
sabiendo que aún duele.
¿Qué hago con la música
que me dejaste impregnada en los oídos?
¿Qué hago con la paz
que hoy se me ha vuelto guerra?

Un eco en el ambiente revive
los pequeños instantes a tu lado,
como una columna de páginas
arrancadas por el viento creando el caos
en nuestra historia que nadie escribió;
la luz se llevó tus manos
y en tus manos estaba mi tranquilidad.

Cerraré los ojos para verte
ahora que no estás cerca,
los árboles parecen haberse quedado sin hojas
o es que sólo contigo había primavera.

Si me vieras aquí sentado
escuchando música de piano,
viendo por la ventana preguntándome
qué hace ese cielo gris
en un universo tan oscuro;
como ya dije, la luz se llevó tus manos,
pero el presente aún no renuncia a tu memoria.

Qué ha de hacer este solitario
para prolongar este día
en que te pienso tanto,
no importa si he de pagar con un trozo de mi cuerpo
con tal de que sigas estando aquí
aunque sea invisible
pero palpable a mi alma.

Aunque nunca sepas de estas cosas,
aunque sepas de amor en otros brazos,
aún si prefieres la soledad de estar con alguien más,
nuestros días permanecerán inertes
en una dimensión feliz;
aquí estoy yo esperando a que regreses.

17 de mayo de 2011

Con sólo mirarte

Tu rostro suave,
te veo y siento la calma de un cielo estrellado,
todo cambia con sólo mirarte.

Eres la misma que encontré hace muchos años,
con otra edad, pero la misma fuerza
con la que transformas mi mundo
en un barco de papel
que navega en un océano de estrellas.

Nada deja de ser, sólo cambia de estado,
tú siempre has existido todo este tiempo
porque te he llevado conmigo
en cada latido y suspiro.

Tu belleza es más que la de la misma naturaleza
y no entiende de amor el olvido
porque no sabe de olvido el amor,
un amor aparentemente dormido en el tiempo
o quizá pausado, pero nunca muerto.

Si me vieras hoy,
¡cuánta emoción siento al verte!
Siento que vuelve mi inocencia de aquellos días
cuando con mi timidez de no poder hablarte
te dije cuánto te quería... y te quiero.

No puedo dejar de verte... Quiero seguir sonriendo,
a veces sueño contigo y la vida es vida al día siguiente;
otras como hoy te pienso y sigo corriendo
hacia las calles donde te esperé tantas veces paciente.

Cuando los días dejen de ser
aún entonces estaré pensando en ti,
tenlo por seguro que te llevaré para siempre conmigo,
habremos desaparecido tal vez
en un tiempo que ya no será el nuestro;
rincones de olvido, dimensiones de recuerdos
inmersos entre mares de historias,
no estaré aquí, pero estaré en otro lugar
ensimismado sabiendo quién fuiste tú para mí.

Tu rostro suave,
te veo y siento la calma de un cielo estrellado,
todo cambia con sólo mirarte...
si tan sólo pudiera verte siempre.

9 de mayo de 2011

Eres así

Verte venir es apacible,
verte partir es tormentoso,
y no se marchitan las flores a tiempo
porque todo muere si te vas.

Increíble, te has vuelto tan importante
como el aire o mi abrigo en este frío decadente,
todos mis recuerdos ahora se resumen
en una silueta en el tiempo, la tuya.

Arrastraré mis pasos uno tras otro,
tal vez así me escuches y sepas de mí,
quizás así tu regreso sea temprano
y el día reviva celebrando que has vuelto.

Las noches en esta banca del parque
corren lento y me hacen vagabundo
que cuenta estrellas y dedica cada una de ellas
a cada parpadeo que tuviste conmigo,
al menos mientras exista este universo
algo de ti permanecerá conmigo.

Sólo pido que estés aquí,
sin quedarte quieta, eres así;
me tomaré la libertad de soñarte despierto
y mientras tanto el suelo desaparecerá,
ya no arrastraré mis pasos,
en cambio, me suspenderé en el viento
y tal vez te encuentre ahí a la luz de la Luna
señoreando mis noches, todas las que te he extrañado tanto.

Polen, debo volar alto para alcanzar el tuyo,
tu piel es el resumen de todo lo bueno de la vida
y aunque no lo creas, en tus ojos aprendo mucho más
acerca del cielo que en los libros.

Te veo venir quebrando el viento,
completando con destellos de luz el basto espacio,
aparece de nuevo la naturaleza
si te apareces al fin por esta vida,
mis carencias desaparecen como por un milagro...
El milagro de tu existir.
No me dejes, no te vayas nunca.

26 de abril de 2011

Azul

Atardece azul en mi mente, frágil como siempre.
Veo ríos que corren sin parar, sin sentido,
como huyendo del mar, su espuma y su arena,
o es que son mis lágrimas
que no han brotado hasta hoy
por temor a mostrar mi dolor.

Merezco un pañuelo a falta de tus manos,
que me sequen el rostro
y me digan que me quieres como yo a ti;
tanto tiempo y no has venido
y yo que he guardado el azul del cielo en mi mente,
aunque tú sigas ausente.

En ocasiones el dolor es una dulce gota de miel
al paladar de mis desgracias
y la nostalgia es un estilo de vida para mí.
Y es que no duele tanto el que no me quieras,
duele más ser como una hormiga en la gran ciudad...
Perdido sin ti.

Así son las tardes mientras pienso en ti,
grises y sin sabor, aunque con tu amarga ausencia.
Cae una rosa y tus parpados se cierran,
las nubes descubren al Sol y vuelves a despertar.

Créeme que no sé qué hacer,
la noche es una pausa entre suspiros
que me encarcelan en rejas invisibles
de tristeza y soledad.

Ya no tengo fuerzas
y se me borran las piernas a lo largo del camino...
pero aún quiero llegar a ti.

Azul... Hace frío como nace el brillo de ésta noche,
quiero decirte poemas que se traduzcan
en un suave susurro a tu frágil alma
de elástica eternidad.

Entonces tus labios parecerán más suaves que de costumbre,
tus ojos abrirán ventanas que alumbren mis sueños
y en la distancia ráfagas con flores
te dirán adiós... Adiós.

10 de marzo de 2011

Aquí falta algo

Recuerdo la vida cuando solía ser más simple
o quizás yo me volví más complicado,
no sé, tal vez se me fueron las ganas
de aventar ideas,
de apedrear ventanas.

Las sombras de otros días
arrojan un emblema de silencio
marcado al compás de mil latidos constantes
que se esfuman en el tiempo.

Amor y desamor,
soledad o compañía,
amigo y verdugo al mismo tiempo;
las cuerdas de mi guitarra ya no suenan igual
o serán mis manos que ya no saben de caricias.

Esta madrugada es sintética
en yuxtaposición a la noche anterior,
y sin saberlo me quedé despierto
esperando un día nuevo donde todo brille
y me devuelva la esperanza de un nuevo comienzo.

Dulces y simples detalles de la vida
encaminarían de nuevo a este corazón quebrado,
que sueña con vivir
y ser el metrónomo de la vida de alguien más.

Falsa poesía la vida que nos queda
si la realidad es otra,
distinta a la que deseamos
y sin embargo llevamos la rima a otro nivel
cuando decidimos que la calma no está en el egoísmo
sino en la disposición de compartir los días
con la persona a quien podemos aprender a amar.

Aquí falta algo,
una promesa, un juramento, una canción;
sobrevivir a la tempestad en solitario
y triunfar en una isla desierta.

Se seca mi piel impermeable
pero mis huesos siguen húmedos
por las lágrimas que no brotaron.
Soy más que un simple fantasma...
También existo, aunque no lo creas.

8 de marzo de 2011

¿Estarás conmigo? (Algún día del año 2000)

Cuánto sentimiento, cuánto anochecer
sin la esperanza de un amanecer.
Tanto llanto, tanta humedad
sin la esperanza de sonreír.

Contéstame,
¿eres tú? ¿Estás ahí?
Porque yo sí soy y estoy aquí.
Cuéntame,
¿podrías tú correr más fuerte que el viento
y secar mis lágrimas con tu piel?
Porque yo voy con la luz y aún más veloz
a cubrir tu llanto como si fuera un manto.

Dime algo,
¿me abrazarás aquel día?
Cuando tenga miedo,
cuando esté temblando,
y me abrirás los ojos para ver
que tu rostro está frente al mío.

Que tu palabra firme persiga mis oídos
y que me diga que no estoy solo,
sólo comparte conmigo tu locura,
ampárame con tu dulzura,
acompáñame a soñar,
vente conmigo a volar.

Juntemos nuestras manos y aún sigamos,
corramos en el vacío
y disfrutemos de aquel rocío;
quédate segura de algo:
nunca caerás desde lo alto
porque jamás te soltaré,
pero dime tan solo una vez
que estarás conmigo...
y yo contigo.

Desde lejos. (Algún otro día del año 2000)

Hace un tiempo te podía palpar
la piel brillante y alucinante.
Hace un instante te recordé como ayer,
como cuando te largaste
con mi pasado embriagante
y me dejaste solo
con mi presente oscilante.

Ahora la distancia es lo único
que nos une... desde lejos.
¿Sentiste caer sobre ti las gotas de la lluvia?
Yo sólo sentía mojarse mi rostro en lágrimas
sabiendo de la tormenta allá afuera.

Hace un segundo el trueno en el cielo
quebró mi silencio y de cierto, también el tuyo.
¿Lo escuchaste?
¿Viste el relámpago en nuestro cielo?
En ese gran manto celeste
que nos cubre como nuestras sábanas,
ese que es el único que me comprende,
pues ese trueno que nos regaló
es el único... el único que nos une
a ti y a mí desde lejos.

5 de marzo de 2011

Cielo oscuro

Cielo oscuro, la noche te piensa.
Caen tus versos, los dejo al olvido
para ya no pensar en ti.
Nos vemos de lejos tal vez
y sin soñar nos vamos desapareciendo.

Vidrios rotos, no fue real,
síndrome de tristeza crónica
al verte distante como cuando no te conocía;
vientre de memorias las palmas de mis manos
que te sintieron cada día
y hoy se estancan de vacío.

Las cosas que te diría si volvieras
a través del olvido mentiroso
que sabe que te sigue percibiendo
y sin embargo se hace el desentendido.

Amarga la luz, apaguen las velas,
no soy yo sino el que está dentro de mí
quien prefiere el oscuro de la nada,
la claridad es sinónimo de tranquilidad.

Antes que la vida vuelva a sonreír
quiero estar de duelo y extrañarte,
mañana vendrá cargado de un nuevo Sol
que me enseñe lecciones que siempre han estado allí
pero que por necio no he querido aprender.

Llévate el tiempo que me diste,
amarra mi todo a la ceiba de un futuro sin ti
y desgarra mi piel para que sea más pronta
la metamorfosis del triste que estará sin tu calor.

Caigo y no me importa, los días se hacen largos
mientras los suspiros se van acortando lentamente,
tu existencia no era para mí
y obligaste que la mía fuera ajena a la tuya;
tengo el dolor, al menos eso me quedó de ti.

Sabores rebuscados, los labios se me llenan de gritos
que no pronunciaré por rebeldía y orgullo,
aunque siempre te llevaré entre mis brazos
y mis manos aún entumecidas conserven tu figura,
dejaré de vivir por y para ti,
por esta vez viviré para mí, aunque no lo sepas nunca...
mi vida ya no será tuya.

4 de febrero de 2011

Soledades acompañadas

Las soledades acompañadas se disfrutan mejor,
aunque la vida se pinte de surrealismo
nuestras ganas serán lo único necesario
para escondernos juntos y jugar a los desaparecidos.

Verde campo que imita tu quietud
a la luz de los días en que me regalas tu andar,
todo deja de ser voluble
y nuestras carencias dejarán de ser un obstáculo.

Dulce tu memoria mientras le sonrío a tu ausencia,
quédate un momento más,
entiende que nuestros pesares han cambiado...
Hoy la lluvia es tibia, tenerte lo hace posible.

Me dejo llevar por la marea de ilusiones
que lleva por momentos a un millar de destinos,
todos los caminos me llevan a ti
o quizás simplemente tu piel es mi lugar favorito.

Quién dijo que las estrellas no cantan,
si veo al cielo pensando en ti
y de pronto el aire se llena de ritmo y melodía;
eres la luz que ennoblece mis sentidos.

Suave encanto sentir tu aroma
mientras imita tu voz la serenidad de la noche,
cada uno de mis latidos es un grito desesperado
que pide que vuelvas, imagina tanto eco por mis venas.

Una y otra vez insistiré a tus oídos
que las soledades acompañadas se disfrutan mejor,
pero la tuya y la mía, nostalgias que se atraen...
Ven, seré tu soledad gemela que complemente tu existir.

30 de enero de 2011

Te espero entre los silencios

Entre los silencios, el eco de tus palabras...
Te esfumas en la línea del horizonte
y aún tu mirada es mi atmósfera,
vienes de vez en cuando para apoderarte
de todos esos silencios que existen únicamente por ti.

Siempre que te vas queda algo tuyo,
las palabras dulces, un aroma fresco
que encanta y diluye ilusiones,
o quizás las alimenta.

Esta fuerza invisible que nos atrae todo el tiempo,
girando uno alrededor del otro
como Luna y Tierra que se miran de frente todo el tiempo
pero nunca se abrazan, ni un roce, ni una caricia.

Me adelanto al tiempo para proveerme de sueños,
caen las hojas de un árbol que inventé para ti
junto con el viento para que mueva tu cabello
y me haga suspirar en silencio, desde lejos.

A pesar de todo lo que dijimos
no deja de existir entre nosotros
la paz de hacernos compañía,
mientras las guerras del pasado se han vuelto historia
al igual que aquel Tú y yo que fue tan nuestro.

Arráncame los brazos...
No me sirven de nada si no estás en ellos;
llévate mis labios que no besan sin ti
ni hablan palabras de amor desde que no estás.

Juegos crueles esos del corazón,
donde uno gana mientras el otro pierde
y se estancan los mañanas sin sol, sin luz;
duele tanto decirlo, pero... sin ti.

Entiende mis deseos disfrazados de palabras al azar
que buscan tocar tu interior,
que provoquen un éxodo de emociones
desde el centro de tu alma y me busquen
sabiendo que es aquí a donde pertenecen.

Te espero, entre la nada que dejaste
y el todo que trae tan siquiera tu recuerdo...
Ven pronto y trae contigo la esfera
donde siempre hemos existido tan solo tú y yo.

18 de enero de 2011

Aunque parezca que estás tan lejos

Si fuera otro día pensaría que mañana es pasado,
que los sueños van cayendo una vez más
y que las estrellas llenan el vacío
que te ha llevado lejos.

Entre tanto, pienso que no es así,
que nunca te has ido y que nuestras horas pasan
estando juntos compartiendo sentimientos con caricias
por el fracaso de la distancia que pretende separarte de mí.

Quiero el aire que respiras
y todas tus miradas mientras no me doy cuenta,
verte sonreír con delicadeza
para adornar el panorama de aquel momento.

Arden los astros con tu luz,
vierte el espacio exterior
tormentas de nostalgia porque te extraña;
pero por hoy estás aquí, conmigo.

Intento verte en el recuerdo que dejaste,
pero bueno sería que fueras tan solo eso,
un recuerdo gris y sin dimensiones que marca una etapa feliz.

Debo verte en la transparencia del aire
que te materializa como si ni siquiera el viento
pudiera borrarte, dejarte, olvidarte.
Yo tampoco puedo.

Verás estas letras y recordarás también,
como si hubiese sido ayer,
aunque para mí sigue siendo hoy, aún estás aquí;
me aferro, mi mente no te suelta
como mis brazos la última vez que te amarraron fuertemente.

Piensas en mí, lo sé; yo también pienso en ti
y me hundo en el mar de segundos
que pasé a tu lado admirándote;
quiera el tiempo que pase sin dejarte ir,
tus huellas, tu espacio, tu lento caminar y tus manos
buscando siempre las mías.

Quiera el aire seguirte dibujando
para que este espacio sea acogedor
contigo, para mí, para los dos.

Un día pedí que no te fueras nunca,
gracias doy porque aún te tengo aquí conmigo
aunque parezca que estás tan lejos.