27 de diciembre de 2010

Infinitamente bella

Viento suave y tibio...
¿Has notado cómo se estremecen los árboles
al andar tú por las calles? Esas calles bendecidas,
y las flores sueñan abandonar su aroma y ternura
para volverse mujer al verte pasar.

Eres suavidad, delicadeza envuelta en piel,
como una dulce nota de música repentina
entre un silencio absoluto e inerte;
las obras maestras deberían llevar tu nombre
que marca espacio, existencia preciosa.

Siempre que la luz proyecte tu sombra
habrá esperanza para un suelo aparentemente muerto,
pero contigo todo cobra vida
y se seca el rocío de la creación
para humectar tus dos ojos brillantes, fantásticos.

No se hable más,
verte lo dice todo cuando ni las palabras
encuentran fonética para describirte.
Tus manos deben llevar tranquilidad,
tu presencia, calor, luz y vida...
Quién necesita al Sol teniéndote cerca.

Sonríe, eres agua que corre y alimenta sueños,
eres de otro universo y sin embargo llenas este espacio.
Queda tu brillo en días como hoy,
queda tu existencia para hacerme sonreír desde acá,
quedas tú, no hace falta nada más...
Mujer, infinitamente bella.

19 de diciembre de 2010

Quiero estar listo

Estamos lejos de despertar de este sueño que llamamos vida,
nuestras manos nos dirigen a tientas
por un sendero desconocido que nos tiende trampas
y otras veces nos hace sonreír.

Los días siguen su ritmo en silencio
mientras creemos estar de pie, listos, atentos.
¿Estamos realmente de pie? ¿Estamos listos? ¿Estamos atentos?

Conozco este sentimiento de tranquilidad,
no sé hasta dónde se estirarán nuestras horas...
El viaje es extenso e intenso,
pasará más tiempo y siempre llegaremos cuando debamos llegar.

Mi perro busca huesos por debajo de la tierra
y sólo encuentra los míos...
Los rechaza y me abandona.
¿Cómo vine a parar aquí?

Comienza una historia para contarla bajo algún árbol;
todo es como un río que tarde o temprano
desembocará en un mar de memorias.
Para cuando llegue la nave por mí...
Quiero estar listo.

11 de diciembre de 2010

Cuando seamos extraños

Una vez me dijiste que nada es para siempre,
y aunque sé que es cierto
quiero pensar que mientes.

Fuimos tan solo mortales desafiando a lo eterno,
deteniendo en un beso el infinito tiempo...
y una historia de ti recordará mi mente,
mas yo en la tuya eternamente ausente.

Así conforme el tiempo,
cuando pasen los años,
mi memoria de ti matará el recuerdo
de los tantos daños...
cuando seamos extraños.

Cuando seamos extraños,
lo nuestro será un sueño que esperará escondido
en un rincón apartado que llamamos olvido.

Cuando seamos extraños,
en una tarde de lluvia, cierra tus ojos para recordar
y sentir de nuevo lo que el tiempo llevó
y nunca más devolvió.

Cuando llegue ese día
en que se crucen nuestras miradas fugaces
y ya solo a distancia podré ver tu sonrisa
y tú escuchar mis palabras,
mas si nuestros orgullos no consumieron todo aún,
tal vez entonces... quizás en ese día
nos llegue la nostalgia.